Ya acaba otro día familiar, es momento de ir a acostarse el sofá que en esa instancia era mi cama .Miro hacia el exterior por la ventana, y siento un mal presentimiento, por consiguiente me estiro en mi cama y duermo .A eso de las 3:35 am, siento un movimiento que no es normal, era un terremoto. Solo me preocupaba de mis seres queridos, la adrenalina que surgía en mí al ver como vasos se rompían en el piso, las tablas crujían y los vidrios vibraban. Después de ese angustiante momento, vuelvo a dormir. Despierto al próximo día, y me dirijo hacia el plan para comprar alimentos, en eso miro antiguos edificios con partes de sus murallas caídas, y a familias llorando desoladas porque lo habían perdido todo. En ese momento me comía una sombra de desolación y tristeza, por aquellas personas, además de rabia y odio para aquellas personas que por ahorrarse dinero engañaron a personas inocentes prometiéndoles un hogar de calidad. Qué pena da ver a mi puerto azotado por un fenómeno de esta categoría, y que una vez más el porteño tenga que sufrir.
Carlos Lazón
1 comentarios:
Esta muy Bueno Este Blogs les falta mucho para ser una buena pagina sigan asi
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